domingo, 1 de noviembre de 2009

#1: No hay duda, a mi parecer. Salgo mucho mejor parado cuando no espero el disparo.

No hay duda, a mi parecer. Salgo mucho mejor parado cuando no espero el disparo. No es la primera vez que recibo uno, de modo que sé cómo actuar en cada momento para salir ileso de la próxima. Ned fue quien disparó la última vez, provocándome un cosquilleo desde los pies hasta la cabeza. Nuestras miradas se cruzaron y apretó el gatillo sin piedad, a quemarropa, pillándome totalmente indefenso. Uno. Dos. Tres. Cuatro. Sentí hasta cinco disparos. Me quería muerto. Recuerdo las convulsiones que me provocó aquella noche lluviosa, cómo en aquel momento vi pasar mi vida por delante. Me sobrevino la risa, comienzo a caer. Pulso rápido, sudor frío y fiebre en mi historial médico. Incapacidad de pensar racionalmente. Me dejó destrozado, pero aquello me hizo sentir vivo. Mi tratamiento: más de ella. Me dejé llevar y me convertí en esclavo de sus encantos. Enloquecí, morí y renací con el paso del tiempo. Aquella mujer me destrozó, pero me gustaría que me volviera a matar cada noche como aquella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario