sábado, 26 de marzo de 2011

Polilla

Como un insecto aguardas impaciente mi caída. Deseas apasionadamente que tiemble y grite de dolor para saciar tus ansias de venganza mientras puedas salpicar y reír en el charco de mis lágrimas. Te vas retorciendo hacia mí con un cuchillo alargado en la mano, clavándomelo y esperando con los ojos inyectados en sangre que salga el agua y la sal de nuevo. Me chillas que me odias de forma enfermiza, que quieres que sufra, que lo necesitas para poder continuar. Buscas desesperadamente el mejor ángulo para el corte, y vas perdiendo tus fuerzas en el intento. Te veo a lo lejos y estás tirado en el suelo, parece que te has rendido. Miro con indiferencia y te veo sufrir. Eres un parásito.

Siento pena por ti; al final condesciendo. Cojo tu cuchillo, ya he visto suficiente. Tú no me puedes hacer daño. Me hago un corte limpio y rápido en los ojos y comienza a brotar sangre y lágrimas. Me he quedado ciega, pero sonrío; te he dado lo que querías. Corre un río de tinta rosa hasta ti. Ahora eres tú el que llora.

4 comentarios:

  1. "Hay mariposas que beben las lágrimas de los elefantes. Contienen sal, agua y proteínas. Algunas roban las lágrimas cuando los elefantes no se dan cuenta. Otras son más impacientes y no esperan a que caigan sino que provocan que el elefante llore".

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    besos

    Catherine

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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