lunes, 4 de enero de 2010

Rumbo hacia el norte

55.000 pies sobre la tierra, -75 ºC 940 kilómetros por hora, 2,9 litros de combustible por pasajero cada 100 kilómetros de recorrido, 600 toneladas, 500 pasajeros, tres horas de viaje por delante y una maleta sin facturar llena de ilusiones sobre su cabeza. Dirigió su vista por la ventanilla con la mirada perdida. Francia, Los Alpes, Italia, Suiza quizá, ¿Luxemburgo...? Se preguntó qué tierras estaría sobrevolando. Nubes cubriendo ríos y prados, ciudades y pueblos enteros rendidos a sus pies.

Apoyada sobre su brazo, suspiró.

El mundo se veía insignificante desde allí arriba. Abajo quedaron los problemas, las inseguridades, las mentiras, las responsabilidades, las falsedades. Todo era ya tan diminuto que se creyó capaz de pisotearlo. El día anterior había estado sufriendo, pero hoy ya no llora. Abajo quedó él y todo lo que un día fue.

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